Poesía Edad Media
Cantar de Mío Cid
Se trata de la primera obra poética extensa de la literatura española y el único cantar épico de la misma conservado casi completo; solo se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes.
Anónimo. La ermita de San Simón.
Otra muestra más de nuestro fabuloso romancero. En este caso mezclando religión y amor.
Anónimo. El conde Olinos
Otro romance del que existen más de 75 versiones. Aunque es narrativo incorpora muchos elementos fantásticos que han hecho de él uno de los más conocidos y difundidos geográficamente.
Anónimo. Romance del prisionero.
El tema de la avecilla que promueve la melancolía de un prisionero es un tema repetido en otras literaturas, pero lo que diferencia este poema de los restantes es la ausencia de patetismo y la capacidad para centrarse en lo fundamental con el menor número de recursos posible. Se ha traducido a diversos idiomas.
Anónimo. Romance de Gerineldo y la infanta
Este romance es uno de los más difundidos por toda España y en Marruecos: no así en América, donde Cuba y Chile no nos ofrecen hasta ahora sino versiones incompletas.
Se funda este romance en los legendarios amores de Eginardo, secretario y camarero de Carlomagno, con Emma, la hija del emperador. El chocante detalle de la espada interpuesta en el lecho era un viejo símbolo jurídico indicador del respeto a la virginidad; el rey del romance interpone su espada como expresión de un imposible deseo de proteger la pureza de su hija, y, a la vez, como una acusación y una amenaza.