Lope de Vega. ¿Qué tengo yo…?

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By Víctor Villoria

El soneto “¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?” está profundamente relacionado con la vida personal de Lope de Vega, especialmente con su etapa final, marcada por una crisis espiritual y un acercamiento a la religiosidad. Lope fue famoso tanto por su vida apasionada y a menudo agitada como por su enorme producción literaria. A lo largo de su vida, experimentó situaciones difíciles, como la muerte de seres queridos y conflictos internos entre su faceta mundana y su vocación espiritual.

Este soneto refleja claramente el sentimiento de arrepentimiento y la búsqueda de redención que caracterizaron a Lope tras la muerte de su hijo pequeño y de su segunda esposa, pérdidas que le llevaron a una profunda crisis interior. A partir de su ordenación como sacerdote y, sobre todo, en sus últimos años, Lope volcó en su poesía religiosa -como en las *Rimas sacras*- su lucha interna entre el deseo de entregarse plenamente a Dios y las tentaciones y pasiones terrenales que siempre lo acompañaron. En cartas y otros escritos, el propio Lope reconoce esa tensión entre su vida profana y su vocación religiosa, confesando que no podía dejar de escribir versos mundanos, aunque aspiraba sinceramente a una vida más espiritual.

En el poema, la imagen de Jesús llamando a la puerta y esperando pacientemente simboliza el amor divino que insiste en entrar en el corazón humano, aunque este se resista o posponga el encuentro. Esta metáfora tiene un significado especial en la biografía de Lope, quien, a pesar de sus intentos de reforma y entrega a la fe, sentía que siempre postergaba su respuesta definitiva a la llamada de Dios. Así, el soneto se convierte en una confesión sincera de su propia debilidad y de la dificultad de cambiar, pero también en una muestra de esperanza en la misericordia divina.

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía !

¡Y cuántas, hermosura soberana,
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!

Lope de Vega, Rimas sacras, 1614

Autor del audio: Víctor Villoria

Autor

  • Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!

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