Perfección de Jorge Guillén

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By Víctor Villoria

Perfección de Jorge Guillén

«Perfección», poema de Jorge Guillén incluido en Cántico (1928-1950), explora el tema de la plenitud absoluta del instante presente. El poema describe el mediodía como momento de perfección cósmica donde el cielo forma una cúpula completa, el sol alcanza su cenit, y el ser humano experimenta la totalidad del mundo bajo sus pies a través de la intensidad del momento vivido.

El poema comienza con una descripción del cielo: «Queda curvo el firmamento, / compacto azul, sobre el día». El verbo «queda» sugiere que el firmamento ha alcanzado una forma definitiva, curvándose sobre el día como bóveda. El adjetivo «compacto» indica que el azul no es vacío sino denso, sólido, casi tangible. Este momento se identifica de inmediato: «Es el redondeamiento / del esplendor: mediodía». El mediodía no es solo una hora sino el instante en que el día completa su forma perfecta, cuando la luz alcanza su máxima intensidad y plenitud. El término «redondeamiento» sugiere que el esplendor ha llegado a su desarrollo completo, a su perfección geométrica.

La afirmación «Todo es cúpula» universaliza esta imagen arquitectónica. No solo el cielo sino la realidad entera se percibe como bóveda armoniosa, como estructura perfecta que contiene y protege. En el centro de esta construcción cósmica aparece «la rosa» que «Reposa, / central sin querer, la rosa, / a un sol en cénit sujeta». La rosa ocupa naturalmente el centro sin intención («sin querer»), como si su posición central fuera consecuencia natural de la perfección del momento. Está «sujeta» al sol en su cenit —el punto más alto del cielo—, es decir, sostenida, orientada y vivificada por la luz en su momento de máxima verticalidad. La rosa funciona como símbolo de la belleza natural que alcanza su esplendor cuando coincide con el esplendor máximo del universo. Esta imagen evoca la tradición de la poesía clásica donde la rosa representa la perfección efímera de la belleza.

Los versos finales revelan la dimensión experiencial de esta perfección: «Y tanto se da el presente / que al pie caminante siente / la integridad del planeta». El presente «se da», es decir, se ofrece con tal intensidad y generosidad que produce una sensación física extraordinaria. El «pie caminante» —metonimia del ser humano que camina— no solo toca el suelo sino que «siente / la integridad del planeta», percibe la totalidad de la Tierra. Esta es una afirmación filosófica notable: en el momento de máxima luz y armonía cósmica, el individuo no se experimenta como fragmento aislado sino como parte consciente del todo, capaz de sentir la completitud del mundo a través del contacto directo de sus pies con la tierra.

El poema, característico de la Generación del 27 y de la poesía pura guilleniana, constituye una afirmación jubilosa de la existencia. Guillén captura el instante en que el ser humano toma conciencia de la armonía absoluta entre cosmos, naturaleza y existencia propia. El título «Perfección» no alude a un ideal abstracto sino a una experiencia concreta y física: la perfección es el mediodía en que todo —cielo, rosa, sol, tierra, ser humano— ocupa exactamente su lugar, formando un conjunto armónico donde la belleza, la luz y la conciencia coinciden para revelar que existir, en ciertos momentos privilegiados, es participar de una totalidad perfecta que puede experimentarse con intensidad sensorial y espiritual.

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cénit sujeta.
Y tanto se da el presente
que al pie caminante siente
la integridad del planeta.

Jorge Guillén, Cántico, 1928-1950

Autor

  • Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías.

    Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!

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